Mi estancia en Maristas, la cual comenzó hace ya más de 11 años, fue una gran etapa de mi vida, una experiencia inigualable, con momentos alegres,estresantes, tristes… imposibles de recordar todos y que espero que continúen en Merced.

En mi etapa en Fuensanta pude formarme y hacer grandes amigos. Todo ello gracias a mis magníficos profesores y compañeros, a los que agradezco haberme concedico el Premio Fuensanta.