La marcha solidaria del sábado 17 de febrero fue un evento verdaderamente especial, donde más de 600 personas se unieron en la sede Merced para disfrutar de un día lleno de solidaridad y actividades familiares. Desde temprano, a las 9:30 de la mañana, los primeros participantes comenzaron a llegar. Después de recibir su bolsa de bienvenida, fueron recibidos por la pandilla Drilo, quienes dieron la bienvenida a los niños con alegría y entusiasmo.

A pesar de algunos pequeños retrasos, todos nos unimos para celebrar una oración, seguida de palabras de agradecimiento por parte de miembros de la Fundación Marcelino Champagnat. Con una pancarta que marcaba el inicio de la marcha y un clima soleado ideal, recorrimos juntos la vía verde del río Segura y el paseo del Malecón, antes de regresar al colegio para disfrutar de una convivencia familiar.

La alegría continuó con la llegada de Virginia, quien nos invitó a todos a bailar. ¡Fue una verdadera fiesta! Mientras grandes y pequeños disfrutaban de una clase de Zumba otros lo hacían de las bebidas de la cantina. Cerca de la una de la tarde, sentimos que necesitábamos un toque mágico, y fue entonces cuando llegó Nacho Fenollar para brindarnos un rato de magia que nos dejó a todos asombrados y maravillados.

¡Qué emocionante evento! La rifa y los concursos agregaron un toque extra de diversión y emoción. ¡Felicidades a Inés Alva por ganar el premio al sombrero más original y a la clase de 3º B de Primaria por ser la más numerosa! También es digno de mención el esfuerzo y la participación de la clase de 3º D de Infantil. Sin duda, todos contribuyeron a hacer de este momento una experiencia inolvidable.

Alrededor de las 3:30 de la tarde, esta maravillosa convivencia llegó a su fin, pero dejó en claro una vez más el espíritu de familia que nos une como comunidad Marista. En definitiva, fue una jornada llena de momentos especiales y solidaridad, y todo ello fue posible gracias a que nos sentimos en casa. ¡Hasta la próxima marcha solidaria!

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